Capítulo241
Estas señoras mayores, al ver a Nacho que medía casi 1.90 metros, gritaron sin educación: —¿Cómo es posible que no nos reconozca? ¡Somos vecinos, la vimos crecer!

—¡Exacto, ahora que es rica nos ha olvidado a todos los mayores! ¡Ni siquiera piensa en ayudarnos, al menos podría darnos una casa a cada uno!

—¡Es cierto, acaba de salir y ni una palabra, ¿qué se cree? ¿Que somos aire?

Estas señoras mayores eran realmente molestas, una más pesada que la otra.

Por suerte Nacho era alto y estaba en la puerta, así que estas señoras no podían entrar, de lo contrario seguro que habrían irrumpido en el apartamento y acosado a Mariana.

Selene cerró la caja de almacenaje y miró a Mariana, que estaba recostada contra la puerta cerrada de la habitación. Tenía una expresión de miedo, aunque el aire acondicionado estaba encendido, gotas de sudor eran visibles en su frente.

—¿Qué pasó?— Selene también escuchó el alboroto y de inmediato preguntó: —¿Qué sucedió afuera? ¿Quién vino?

Mientras hablaba, Selene
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