Selene, en frente de Andrés, llamó a Nacho.
—¿Patrona, por qué colgaste tan repentinamente?— preguntó Nacho con desconcierto.
—No es nada, mi gato tiró mi teléfono al suelo— inventó Selene una excusa.
Nacho preguntó confundido:
—¿Un gato? ¿Desde cuándo tienes un gato?
Selene no respondió, en su lugar dijo:
—Antes te pedí que recopilaras información comprometedora sobre Esmeralda, así que ahora es el momento de sacarla a la luz, cuanto más, mejor.
Mientras más información comprometedora hubiera, más fácil sería que los seguidores perdieran interés en Esmeralda, y sus patrocinadores se verían obligados a cambiarla. Si iban a actuar, debían hacerlo con fuerza, asegurándose de que Esmeralda no pudiera recuperarse.
—¡De acuerdo!— dijo Nacho, y unos cinco o seis minutos después, la noticia de que Esmeralda había intimidado a nuevos talentos y había robado recursos de sus colegas en la industria se extendió rápidamente.
¡Se publicaron videos, listas de nombres, todo salió a la luz!
Todo lo