Mis nervios estaban a flor de piel, mis piernas querían dar la media vuelta y volver a casa, pero no… necesitaba sacarme Aitor de la cabeza.
Todavía sentía sus labios sobre los míos, su cálido aliento y sus manos sujetándome con suavidad, no podía con esto. Lo que sentía no era un simple gusto o algo de agrado… era más y tenía miedo… mucho miedo.
No quería enamorarme de una persona que no me correspondía.
Debía de borrar o tan siquiera ocultar un poco el embriagante sabor de su boca, no quería recordarlo siempre y pensar que nunca más podría volver a tocar sus labios.
Chloe fue débil y tonta. Eso trae consecuencias, ¿no? Veamos cuales serán...Samantha Leoni