La habitación cayó en un silencio atónito, roto solo por el sonido del jadeo de Alice.
— ¿Mamá? ¿Papá? ¿Qué... qué se habían hecho? — Alice tartamudeó, con los ojos muy abiertos por la incredulidad.
Su madre, Rose, dio un paso adelante, su expresión era una mezcla de alivio y preocupación.
— Alice, regresamos tan pronto como pudimos.
Albert se sumó al abrazo familiar.
Mientras Alice abrazaba a sus padres con fuerza, las lágrimas corrían por su rostro, Richard no pudo evitar unirse a la emotiva reunión.
Sin embargo, el peso de su desaparición y las preguntas persistentes superaron la alegría inicial, y tanto Alice como Richard pronto se lanzaron a una andanada de interrogatorios.
— ¿Dónde estaban? ¡Estábamos muy preocupados! — La voz de Alice tembló con una mezcla de alivio y frustración.
La expresión de Richard se endureció cuando miró a sus padres, su voz se llenó de una mezcla de ira y dolor.
— Desaparecieron sin dejar rastro, dejándonos preguntándonos qué pasó. Merecemos sab