Calculaba que habían pasado alrededor de dos horas desde que Martin me advirtió sobre aquella misteriosa reunión.
La casa estaba totalmente en silencio y eso me hacía sospechar aún más de la situación.
¿Qué estaba pasando allí abajo? ¿Qué hacían? ¿Por qué debía permanecer encerrada aquí?
A medida que el tiempo transcurría en ésta casa, mis dudas crecían más y más. Pero ninguna respuesta llegaba…
Bien, entonces las iba a buscar por mi propia cuenta.
Me quité los zapatos para no hacer ruido al caminar. Me asomé por el pasillo y luego de comprobar que no había nadie, fui hacia las escaleras y bajé los primeros escalones.
Me acerqué con cuidado a la baranda y escuché unas voces masculinas discutiendo.
-No sé si pueda confiar en uste