Capítulo 3

En pocas palabras, Karen estaba demasiado sorprendida y molesta con lo que estaba ocurriendo porque ni siquiera entendía quien era esta mujer para que le viniera con miles de mentiras a Isaac, sin embargo, ella quería volver a entrar para decirle a este hombre que ella era su verdadera esposa. 

—Entonces que quiere que haga porque se supone que debe estar en mi lugar con el corazón en la noche, sintiendo todo mi dolor—fueron las palabras de Karen frente a la abuela que ahora tenía un par de vasos llenos de café. 

Le paso uno a ella porque sabía que la noche iba a hacer dura, mientras que todos esperaban alguna noticia del doctor, esperando que Isaac recuperara la memoria, dándose cuenta de las mentiras de Elena porque siempre se salía con la suya sin importarle nada, excepto sus propios intereses. 

Después vinieron los padres de Isaac para reunirse con Karen y Berta diciendo que estaban cansados de ver a esa mujer junto a su hijo, aparte de que tenía el ego demasiado grande, no la soportaban para nada. 

Por otro lado, Elena estaba contenta ahora que quería vivir su propia historia de amor a base de mentiras que podría hacer porque otra vez estaba llegando tarde a su corazón cuando amaba a otra mujer. 

Isaac ni siquiera se detuvo a pensar ni mucho menos sospechar de las intenciones de Elena, tenía pruebas más que suficientes para saber que le estaba diciendo la verdad. 

—No te preocupes, siempre voy a estar a tu lado, sin importar lo que digan los demás, porque ahora estoy dispuesta a sacrificar todo por nosotros—le dijo a este hombre mientras que tocaba un poco su cabello de manera suave ahora que estaba dormido. 

Fue entonces cuando recibió una llamada de David, uno de sus grandes amigos y también una conquista para ella, cuando tuvieron una noche de sexo juntos que estaba claro que no significaba nada para ellos, sino que era una diversión pasada en sus vidas. 

Lo único que hizo fue saludarla, aparte de esperar reunirse pronto en un café para ponerse al día como viejos amigos porque ellos dos pertenecían a las familias más influyentes aquí en la ciudad. 

—Está bien, pero recuerda que ahora también voy a trabajar en la empresa de Isaac—fueron las palabras de ella mientras que esperaba una respuesta de este hombre, pero lo único que hizo fue reírse frente a sus tonterías para decirle que no ha cambiado desde que la conoce. 

Después, le colgó la llamada para seguir sentada al lado de Isaac porque no quería despejarse un segundo de él. 

Mucho menos ahora que Karen estaba cerca porque le podría decir algo totalmente diferente a Isaac para cambiar sus planes, eso no le convenía a Elena. 

Pero, igual, tenía a unos hombres trabajando para ella para saber que oscuros secretos tenía la vida de esa chica.

Porque iba a usar su debilidad a su favor, sin importarle cualquier daño que pudiera hacer, igual le había explicado a los padres de Isaac que la mejor opción era ella para que Isaac se recuperaba y volvieran a trabajar a la empresa juntos. 

A pesar de que los amenazo con decirles un pequeño secreto que ellos tenían a los medios públicos que no les favorecía para nada. 

Eso fue demasiado suficiente para que los padres de Isaac se pusieran de su lado, aparte de que sabían que Karen estaba con su hijo solamente por dinero. 

Debido a que la madre de Karen, que se llamaba Paulina, tenía una enfermedad grave que afectaba su sistema inmune, haciendo que las defensas de su cuerpo se atacaran a sí mismas como algo que ni siquiera los doctores pudieran controlar. 

Por otro lado, cuando llego el doctor donde estaban Karen junto al resto de las personas reunidas, dio el diagnóstico de que no sabían en cuanto tiempo Isaac pudiera recuperar su memoria, incluso que podría pasar muchos años sin que tuviera sus recuerdos. 

Karen no tenía ni idea de lo que podría hacer, sin aguantar más cuando este médico se dio la vuelta, sin embargo, el papá de Isaac la tuvo que detener antes de que pudiera cometer una locura. 

—Nada sirve de que hayas donde mi hijo porque ni siquiera nos recuerda a nosotros, eso no sirve nada, por eso te tienes que quedar callada porque no sabemos que le pueda provocar esa noticia—sin tener idea de que ella estaba embarazada—lo siento, pero lo mejor es que te vayas para que Elena se ocupe de todo. 

Quizás ella pensaba que esas palabras nada más le dolían a ella, pero todo lo contrario porque estaban bajo la amenaza de Elena manteniendo su reputación en un hilo demasiado filo para que ahora tuvieran que empezar de nuevo. 

—Estoy de acuerdo con mi esposo, nuestro hijo no puede soportar la presión que tenga en estos momentos porque apenas tenga el alta aquí en el hospital, debe regresar a la empresa para ocuparse de todos los asuntos. 

A pesar de que Karen tenía una buena relación con la familia de su esposo, no entendía para nada este cambio de actitud que estaba teniendo esta gente porque era una doble moral que estaban teniendo en este momento. 

Menos mal, que estaban pasando pocas personas pasando por los pasillos de color blanco aquí en el centro de salud, aparte de que la señora Berta se mantenía a su lado porque ella sabía ahora por el tipo de dolor que estaba pasando Karen en este momento. 

En el otro extremo de la ciudad, otro hombre estaba manteniendo su mente concentrada en este juego de apuestas porque no quería perder, sin embargo, le costaba mantener la concentración ahora que le faltaba una mano para ganar esta partida de cartas. 

Desde hace muchos años estaba demasiado obsesionado en el mundo de las apuestas, incluso que le costó el abandono de su hija y esposa, pero igual le daba igual porque durante el resto del día hacía otro tipo de trabajos sucios. 

Como matar o atracar pequeñas tiendas, algo relativamente normal ahora que el mundo estaba peor porque incluso ahora las celebridades como los cantantes hacían canciones o modas cada vez que se casaban o rompían con sus parejas. 

Mientras tenía las cartas en sus manos, esperaba que todo saliera bien en este casino porque la verdad tenía sus últimos ahorros en esta apuesta. 

A medida que pasaba la partida su mala suerte empezó a surtir efecto en este lugar porque ahora esta iba a hacer una de las últimas echadas de cartas que iba a echar para todos. 

Igual no tomo en cuenta el tiempo porque estaba apurado en todo esto, entonces fue el primero tomando la ventaja que tenía para que luego uno de sus rivales tomara la ventaja sobre la mesa.

Este hombre se tuvo que morder la lengua para perder sus quinientos dólares, a pesar de que tenía todo el desánimo del mundo, se fue hacia el bar porque necesitaba desahogar sus penas. 

Ni siquiera tenía trabajo sino que hacía pequeños favores a las personas millonarias, sin embargo, hace unas cuantas semanas nada había encontrado, ni siquiera sabia hacer otra cosa porque no había terminado sus estudios ni mucho menos le preocupaba donde estaba su hija. 

En la barra, empezó a pedir su bebida favorita acordando un pequeño favor con el dueño, esperando incluso le diera un plato de las sobras de la comida para que no metiera eso en la cuenta. 

Sabía que la vida era demasiado difícil, sobre todo cuando había tomado decisiones difíciles alejándose de su esposa para convertirse en el acompañante sexual de otras mujeres, pero poco a poco la edad le estaba comenzando a cobrar factura. 

Siendo esto que no tenía la misma fuerza de antes ni mucho menos la vitalidad de un joven, por eso necesitaba conseguir un patrocinador pronto para seguir con sus vicios de juegos porque tenía la esperanza de volverse rico. 

Mientras seguía tomando y tomando no tenía ni idea de que otra cosa podría pensar o hacer, pero fue en ese momento cuando sonó su teléfono. 

Apenas lo miro, empezó a notar que se trataba de un número desconocido, aunque no tenía idea de que podría ser dudo un poco en contestar hasta que finalmente lo hizo. 

Le hablo una voz misteriosa dándole un nuevo tratado conociendo su posición económica aparte de que le dio el triple de lo que estaba ganando en su último trabajo, pero este hombre para nada se iba a quedar tranquilo ahora que estaba escuchando una propuesta interesante que no iba a perder por nada del mundo. 

—Entonces ¿Cómo estoy sabiendo que me estás diciendo la verdad?—fue la pregunta que le hizo Manuel para saber si le estaba diciendo la verdad.

A pesar de que al principio empezó a dudar de todo esto, encontró un alivio de manera inmediata a toda su situación económica porque estaba cansado de vivir en la calle. 

Incluso que ahora estaba escuchando cada palabra de esa persona que esperaba conocer pronto porque sabía que iba a lograr muchas cosas a su lado. 

—Me imagino que no tienes problemas para pasarme un poco dinero porque justo ahora estoy en una situación incómoda—fueron las últimas palabras de este hombre, mientras que el olor de los cigarrillos junto al alcohol estaba en el aire. 

Poco después de pasarle sus datos, recibido el doble de la plata en su cuenta bancaria para empezarla a gastar, desconociendo por completo las intenciones de esta persona acerca de lo que quería porque no entendía para nada porque lo estaba ayudando. 

A pesar de que no tenía mucha confianza, esperaba cumplir sus expectativas

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