Capítulo 2

Después de que Isaac fuera ingresado de emergencia, a punto de perder su vida, pudo despertar de ese estado luego de unos días en este estado a pesar de ignorar todos los problemas en su vida. 

Aunque le costaba volver a mirar todas las cosas a su alrededor, incluso a sentir que era lo que estaba pasando, una mujer entro en la habitación llorando porque estaba vivo luego del fatal accidente que tuvo. 

Porque aún no había encontrado el culpable, ni siquiera la policía tenía alguna pista de lo que había sucedido. 

A pesar de las cámaras de seguridad debieron grabar algo, no estaba la placa de ese coche, algo sospechoso, pero la familia de Isaac lo único que podría hacer era esperar cualquier noticia. 

—Lo siento, ¿Pero te conozco?—fue la pregunta que le hizo Isaac a esta mujer pelirroja mientras seguía teniendo lágrimas en su rostro. 

Sin embargo, este hombre no recordaba nada, era como si tuviera la mente en blanco a cerca de lo que realmente estaba pasando. 

Ni siquiera sabia su nombre o alguna pista de eso, siendo ella la respuesta que necesitaba a su vida con todas las preguntas que le iba a hacer. 

—Disculpa ¿Acaso te conozco? ¿Sabes quién soy yo?

—Si eres Isaac, mi futuro esposo, porque nosotros estamos comprometidos a casarnos—le respondió esa chica mientras que juntaba sus manos para que supiera que estaba diciendo la verdad de todo eso. 

A pesar de que este hombre al principio tenía miles de dudas, siendo esta la primera persona que ahora estaba viendo en su nueva vida, estaba seguro de que podría confiar en ella. 

Elena seguía llorando porque esta era la oportunidad perfecta para acercarte a este hombre, esperando mucho tiempo por tener esta oportunidad otra vez en su vida para que todo estuviera bien entre ellos. 

—Créeme que es difícil para mí todo esto—volvió a decir este hombre lleno de decepción, pero fue cuando se dio cuenta de que tiene un anillo en sus dedos donde estaba escrito el nombre de una mujer, dándose cuenta de que ella tenía el mismo anillo con su nombre escrito. 

Eso fue una prueba más que suficiente para este hombre que estaba diciendo la verdad, entonces poco a poco empezó a limpiar las lágrimas en su rostro. 

—Tranquila porque confió en tus palabras, ahora nunca más voy a dejar que nadie te haga daño porque eres especial para mí—fue entonces cuando Elena siguió sonriendo de manera falsa porque este hombre cayó justo en su trampa. 

Por otro lado, Karen estaba con la familia a punto de llegar a la clínica, esperaba que las cosas estuvieran bien, aparte de que también le iba a dar la noticia del bebé porque lo necesitaba hacer lo más pronto posible. 

Incluso la abuela de Isaac estaba delante de todos mientras llegaban al pasillo donde estaba cerca de su cuarto, sin embargo, una vez que todos abrieron la puerta, se sorprendieron que este hombre que estaba junto a una chica de forma demasiado cercana. 

—¡Elena! ¿Eres tú?—contesto el padre de Isaac, recordando de que trataba de la amiga de su hijo, pero nunca pensó encontrarla aquí de nuevo porque se suponía que se había ido lejos para nunca más volver. 

Sin embargo, ella se queda callada porque Isaac empieza a hablar a pesar de que toda esta situación se le hace demasiado confusa.

—Ella es la persona que quiero amar por el resto de mi vida, aparte de que me imagino que es mi esposa porque pronto nos vamos a casar—todos los presentes se quedaron callados, incluso Karen porque no entendía nada de lo que estaba pasando. 

A pesar de que ella quería hablar para decirle que estaba mal todo eso, Berta detuvo a esa muchacha para evitar que empezara a discutir porque estaba segura de que Elena la quería aprovechar, aumentar todo el ego que tenía en su interior. 

Incluso, Isaac ni siquiera se fijó en Karen, a diferencia de ella, quien iba a salir de ese cuarto en ese momento. 

Una vez afuera, Karen, se fue corriendo mientras que la señora Berta iba detrás como si fuera su propia sombra. 

Porque sabía que ella no merecía nada de eso, un hecho que sabía perfectamente, pero tampoco se podían poner a discutir cuando podría perder frente a esta mujer. 

Luego de que Karen se sienta, tiene tanta rabia mezclada con tristeza que hace todo el esfuerzo posible para contener sus lágrimas, a pesar de que encuentra la señora Berta frente a ella. 

—Dígame, ahora que puedo hacer ¿Acaso cree que es justo que mi bebé no tengo a su padre? Porque todo lo que dijo ella son demasiadas mentiras que no puedo creer que Isaac haya caído en sus trampas para que actúe de esa forma—apenas Karen dijo eso, se llevó sus manos hacia su rostro, manteniendo la mirada baja ante este tipo de circunstancias. 

En otro lado, no cerca de aquí, un hombre estaba saliendo de su carro para dirigirse a su casa ahora que pudo terminar un buen negocio con su padre, esperaba que tuviera bien. 

Porque tuvo la obligación de salir unos días, a pesar de que no quería dejar a su papá solo en la mansión, tuvo que hacerlo, pero apenas llego todo, estaba bien, sin embargo, sabía que su enfermedad podría avanzar en cualquier momento. 

Entonces, como medida de protección, este hombre no salía para nada ni siquiera a la esquina de la calle, quizás por tener miedo o nunca volver a encontrar donde vivía. 

—¡Papá! ¡Papá! ¡Ya regresé!—grito David mientras que dejaba en el suelo algunas bolsas llenas de libros de romance histórico. 

Este hombre sabía que le iba a gustar a su padre este regalo que le estaba trayendo, aparte de que ahora estaba encerrado en su cuarto, mientras que todos los días estaba trabajando a diario en un proyecto que quería subir en la web. 

Desde la primera vez que David sabía de esto, pensó que eso era una tontería, a pesar de que su papá le había dicho que no necesitaba escribir para los demás, sino para él mismo porque era una manera que tenía para desahogarse del mundo exterior. 

Porque poco a poco lo iba a consumir, siendo una especie de terapia productiva. 

Además de que le daba todo el permiso a su hijo de actuar como representante de las empresas para que todo saliera bien. 

Fue entonces cuando este señor emocionado, bajo de las escaleras para saber que le había traído.

—Al menos trajiste libros esta vez, pero a la próxima trae una chica porque no quiero dejarte solo—fueron las palabras de su padre mientras que le golpeaba un poco el hombre, pero igual este hombre se quedó callado. 

De todas maneras, aún no había encontrado a su chica ideal porque quería que fuera una mujer sencilla, humilde y trabajadora. 

—Por lo menos, podrías visitar a Elena porque hace poco llego a la ciudad, aunque tiene su carácter, ustedes siempre han sido unidos—le volvió a comentar su padre insistiendo un poco con este tema.

—Ella no es mi tipo, además recuerda que nos conocimos el año pasado en Nueva York, a pesar de que miles de hombres estaban interesados en Elena rechazaban a cada uno de ellos—este hombre hizo una pausa en sus palabras—podrías también poner eso en la novela. 

Pero, igual, el padre de David no le prestaba atención a nada de eso, sino que se quedó callado reflexionando en otras cosas. 

Poco después, este hombre se quedó cerca de ahí porque necesitaba organizar algunas cuentas ahora que debía presentarse en una empresa que estaba por la zona. 

Sin embargo, se había enterado de que uno de los empresarios había tenido un accidente, aunque al principio no le prestó atención, poco después se dio cuenta de que se trataba de su socio. 

Donde ambos habían llegado a un acuerdo comercial ahora que habían hecho una gran inversión en dólares porque incluso David había puesto sus ahorros en este proyecto, esperando que las ideas de este hombre fueran a reventar al mercado por hacer la última tendencia del mercado. 

Menos mal que había sacado el efectivo para cualquier cosa que pudiera necesitar su papá, porque su madre falleció cuando apenas tres años de edad, pero a pesar de que no la conocía. 

Desde pequeño le habían contado muchas de ellas, por eso tenía una foto joven de su mamá porque ella había sido una modelo internacional que viajo a muchos países. 

Poco a poco, estaba revisando todo hasta que volvió a contactar a la familia de Elena para contarle que todo está bien, aunque no se iba a presentar todavía a la empresa porque tenía otros asuntos por resolver. 

Quizás eso, podría molestar a su familia, pero igual ellos debían hacer su parte para contarle todas las responsabilidades que estaba metido Isaac, aparte de que muchos empleados contaban con sus decisiones para llevarles el sustento a su familia. 

Igual David, había sacado al día todos los documentos que certificaban el registro junto a las patentes de las marcas que iban a lanzar al mercado, 

Sin embargo, había un pequeño detalle que no lo terminaba de convencer aún. 

Sabía que tarde o temprano debía encontrar a una esposa, pero le faltaba mucho ahora que su padre parecía estar mejorando, quería que no le faltara nada cuando se fuera de la casa otra vez. 

Entonces volvió a sentarse frente a la computadora de su escritorio para escribir varios correos a otras compañías esperando que todo saliera bien.

Fue cuando se enteró de que Isaac volvió a despertar para volver a la empresa, pero sin sus recuerdos.  

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