2. Por el bien de ambos

Megan escuchaba a los presentes vitorear "que lo acepte, que lo acepte..." y de pronto sintió que su corazón se aceleraba, el alcohol que ya circulaba por su sangre le hacía sentir aletargada y como si todos se tratara de un sueño y quizá lo era pues ¿Quién proponía matrimonio apenas conociéndote?, Dylan había pasado un año entero en una relación estable con ella y hasta vivían juntos y nunca pronuncio tales palabras.

Sin embargo, se sentía presa de la emoción, aquello era algo salido de una comedia romántica, la manera en que aquel extraño la había mirado como si realmente se tratara la mujer de su vida, sus palabras y gestos la hacían sentir especial, resultaban un bálsamo para su orgullo herido, así que se dejó llevar por el momento, ¿Qué más daba?, ¿qué más podía perder?, sonrió y lo miró a los ojos, aquellos que parecían dos mares profundos en los cuales quizá se podría hundir y perderse olvidando todo el dolor y la tristeza.

— ¡Acepto!, mi Highlander, seré tu esposa, el amor de tu vida, tuya por siempre — , el bar explotó en aplausos de celebración y como si fuera el momento más loco del mundo muchos se acercaron a felicitarlos, "ahora que se besen", gritó uno

Así que él la tomó por la cintura para acercarla a su cuerpo, con la otra mano rozó su rostro hasta colocarla tras su cuello, su pulgar recorría aquella piel tan sensible de su mejilla mientras con sus labios acariciaba su boca, estos eran suaves, tibios y exigentes, así que Megan entreabrió los suyos en un suspiro y Duncan no desaprovecho la oportunidad de profundizar el beso.

Parecía estar en un hechizo, un momento perfecto y único donde dos constelaciones se encontraban dos almas destinadas a estar juntas pensó para después reírse ante lo cursi de sus pensamientos, ¿Cómo se podía entregar tanto en un beso?, ¿Sentirse aquel contacto tan lleno de sentimientos si era con un completo desconocido?, nunca vivió nada igual.

Cuando se separaron el colocó su frente apoyada en la de ella ambos se habían quedado sin aliento e intentaban recuperar la normalidad, mientras se escuchaban aplausos alrededor, sonaba afterglow de Ed Sheeran y Duncan no deseaba dejarla escapar aun así que acerco su boca a su oído y con aquel aliento tibio y voz profunda que sintió que le haría perder la razón le dijo, — Baila conmigo, por favor, no quiero que se acabe este momento, solo regálame un poco más de tu tiempo.

— Por supuesto, me encantaría, además voy a ser tu esposa ¿lo recuerdas?, eso quiere decir que siempre podremos repetir este momento.

— Jajaja, es cierto, así que mi querida prometida y hermosa compañera por esta noche, bailemos por favor — , salieron a la pequeña pista, ella colocó sus brazos alrededor de su cuello mientras él la rodeo por la cintura y disfrutaron de instante totalmente romántico.

"Para los relojes, es asombroso

deberías de ver como la luz baila de tu cabello

un millón de colores de avellana, dorado, y rojo

mañana de sábado se desvanece

el son reflejado por el café en tu mano

mis ojos están atrapados en tu mirada una y otra vez

Estábamos emborrachados de amor, esperando un milagro

intentando encontrarnos en la nieve del invierno

tan solos enamorados como si el mundo había desaparecido

oh, no seré silencioso y no lo dejare ir

te abrazare más fuerte hasta el resplandor

y nos quemaremos tan claro hasta que la oscuridad suavemente se aclare"

Bailaron unas dos canciones más, para como habían transcurrido las horas anteriores ambos estaban pasándola increíble, mientras más se acercaban el fuego de la pasión iba en aumento, se besaban y regalaban pequeñas caricias de manera intermitente, así que Duncan le susurró al oído, — ¿deseas quizá ir a otro lugar?, ¿anticipar nuestra luna de miel?

A esa altura ya Megan no pensaba solo sentía así que respondió un tímido si y sin más se entregaron a una noche de pasión como ninguna, donde hubo más intimidad que en cualquier experiencia anterior, era una aventura de una noche, algo provocado quizá por el alcohol, la soledad y la tristeza pero que no se parecía así, se sentía más que eso.

El amanecer les encontró abrazados, desnudos y abrigados por el calor de la piel del otro, los primeros rayos del sol entraron por la ventana y la primera en despertar fue Megan, quien tenía su cabeza apoyada en el torso desnudo de su acompañante, le costó un poco abrir los ojos, pero allí estaba el hombre que la noche anterior le propuso matrimonio.

Miles de cosas pasaron por su mente, era claro que había sucumbido a la tentación, pero ahora ¿que debía hacer?, quería escapar de allí antes que él despertara, pero ¿Cómo lo logaría si estaba completamente pegada a él?, lentamente subió el brazo que le rodeaba la cintura y este se removió un poco en la cama y luego la sujetó firmemente por la espalda.

Nunca hizo nada igual, pensó, perder la cabeza de tal manera, — ¿A dónde vas después de una noche tan increíble?

— No se dé que hablas, no recuerdo nada de lo que paso anoche — , dijo intentando separase de él y salir de la cama.

— Claro que lo recuerdas por eso pretendes huir — , y la sujeto de nuevo, ahora que estaba completamente despierto y sobrio, lo había analizado el necesitaba una esposa y aquella chica era la indicada, le convenía, pues al menos compartían cierta química que les podría ayudar a fingir ser una pareja real.

— Creo que lo mejor es que me vaya y hagamos como si nada hubiese pasado nada.

— No lo creo, quiero pedirte que seas mi esposa.

— ¿Vas a seguir con eso?, ya lograste el efecto deseado anoche, ya deja el juego no me volverás a hacer caer con eso, ambos estamos sobrios y con la cabeza a punto de explotar pero totalmente clara, lucida así que no hay promesas vacías y locas que valgan.

— ¿Piensas que te miento?

— ¿Quién en su sano juicio haría algo así?, ilústrame.

— Es una propuesta completamente cierta, sin trampas, ni ofertas engañosas.

— Así sea sin contratos con letras pequeñas la respuesta sigue siendo no — , dijo levantándose cubierta por una delgada tela que destacaba sensualmente su cuerpo femenino.

— No tomes una decisión a la ligera te pido que lo consideres con detenimiento es algo que te puede convenir al igual que a mí.

Cuando se disponía a responder nuevamente el teléfono de Megan comenzó a sonar y desesperada no lograba conseguirlo entre la ropa y cojines arremolinados en el suelo, seguramente era su madre que solía llamarla temprano para saber si estaba bien y que le contara sobre sus éxitos profesionales, finalmente lo tomó y con los nervios oprimió el botón de altavoz.

— Hola hija, lamento tener noticias tan terribles a esta hora de la mañana, pero en los exámenes que me realizaron el resultado es que estoy enferma, de hecho, es grave...

— Espera un momento mamá, por favor explícame — , y oprimió el botón para escuchar la llamada de manera privada, caminó hasta la ventana de la habitación, para apartase un poco de su acompañante y escucho con tristeza el difícil diagnóstico, el tratamiento que necesitaba y lo costoso que era.

— Mi intención no era preocuparte, ni echarte a perder el día, pero eres mi apoyo y no quiero mentirte en una situación tan delicada, sé que tienes demasiado encima pero no tengo con quien más desahogarme.

— Tranquila mamá, te prometo que todo saldrá bien, hare lo necesario para que no te falte nada, así pida un préstamo o venda algo, cuenta conmigo, estarás bien yo correré con los gastos — , Duncan escuchó un poco y pensó que esa era la clave para que aceptara su propuesta.

Megan continúo hablando un poco más con su madre, quería animarla así que le contó el éxito del día anterior sin mucho detalle y obvio lo ocurrido con su novio, no quería añadir más preocupaciones a su mente, sino que, por el contrario, a partir de ahora solo regalarle momentos felices, la vida podía cambiar en un segundo, así que era importante hacer sentir amados a las personas importantes para uno.

Una vez cerro la llamada y se giró tenia a Duncan frente a ella, quien la miraba a los ojos, — Ahora más que nunca, te reitero mi propuesta.

— Por favor no utilices lo que escuchaste para usarlo en mi contra.

— Para nada, tengo dinero y la posibilidad para ponerlas en contacto con los especialistas más competentes para que tu madre este bien.

— ¿Qué quieres a cambio?, ¿Cuáles son tus condiciones?

— Solamente que te cases conmigo, nada más — , aquello a Megan no le daba buena espina, era muy insistente con el tema del matrimonio.

— Quiero que me digas la verdad, ¿Qué ganas tú con este trato?, ¿Qué ganas con casarte?, no soy tonta debes tener algún beneficio — , él se quedó en silencio, pensando si debía decirle o no sus intenciones.

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