La única luz que necesito en mi vida eres tú.
Adler Remington, permaneció llorando un rato más, mientras sujetaba la mano de la Marquesa. Sus ojos azules se perdieron en medio de un angustiante
llanto, el cual era una clara demostración de la profunda oscuridad en la que se estaban sumergiendo sus emociones, ya que su corazón sentía un inmenso dolor. Esas horas fueron muy complicadas, pues tal como lo informó el médico,
Giorgiana sufrió de fiebres tan altas que la hicieron
delirar con frecuencia y la dejaban completamente
agotada, haciendo que todos los que estaban en el
aposento no pudieran dormir ni un momento,
incluyendo al nuevo Gobernador, quien se negó
rotundamente a abandonar a la Marquesa de Pembroke. Por lo tanto, él se convirtió en uno de sus cuidadores durante toda la noche. Al dia siguiente a las 11 am, el Duque de Wellington se había quedado profundamente dormido al lado de la
Marquesa de Pembroke, debido a la agitada noche
que habían pasado, mientras que Giorgiana
recuperaba poco a poco la consciencia.
“¡Dio