— Pero yo también tengo una petición. —Se alejó de él mirándolo a los ojos.
— Sus deseos serán órdenes.
— Quiero comprar yo misma mis muebles y decorar la habitación con mis propias manos. —Él la miró alzando una ceja. —Sé que debo aceptarte con todos tus millones y juguetes de niño rico y lo hago pero si voy a aceptar vivir a medias aquí quiero que también te adaptes un poco a mí, no quiero nada muy ostentoso ni llamativo y quiero que lo nuestro sea lo más discreto posible, que solo lo sepan las personas más allegadas a nosotros, quienes consideremos importantes, más adelante veremos cómo se desarrollan las cosas, por el momento quiero eso.
— Si te refieres a la prensa y todo el escándalo de la otra vez, no tienes de que preocuparte, ellos me molestan muy poco últimamente, recuerda que solo soy un empresario, ni cantante, ni actor o modelo.
— Pero igual te has creado fama, eres exceso y ya te tienen en la mira, ¿o ya te olvidaste de la noticia de la supuesta competencia entre Shelley