CAPITULO 60 LA JORNADA. Parte IV.
Ashley Freetman.
Volví a fijar mi visión en el espejo, observando como mis caderas, se movían al compás de sus dedos y ni siquiera, sabía cuando había comenzado hacerlo.
Mi piel, estaba erizada y sonrosada, mis pezones estaban muy erectos y duros, mi rostro había cambiado, a uno totalmente desconocido, mis ojos estaban más oscuros y cada vez me gustaba más, el reflejo del espejo.
Saqué la punta de la lengua humedeciendo mis labios y los mordí dejando prensado entre mis dientes el inferior, el amase de mi pecho izquierdo, luego el pellizco de mi pezón y los dedos moviéndose, al son de mis caderas, me excitaron más aun; haciéndome gemir de una forma impresionante.
Mi cuerpo, respondía solo observándonos a los dos, era maravilloso. Deseaba verlo ahora, a él, reflejado en el espejo mientras lo masturbo.
Una de mis manos, se fue hacia mi trasero, buscando su erección, atrapándolo y masturbándolo.
No podía ver su erección en el reflejo, pero el movimiento de mi mano, era un gran est