Fernanda estuvo molesta con Max durante todo el día, hasta que se fue a trabajar, él le había contado de la cena con su amiga, aunque el le aclaró que Diego también iría. Salió con suficiente tiempo, porque aunque hacia frio, quería caminar un poco.
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Max se preparó para su cena con Isabela, aunque sin mucho ánimo, no le gustaba que su esposa se molestara con él, solo iría para no faltar a su palabra.
Se encontraron a la hora acordada, Diego lo llamó avisando que llegaría tarde, asi que solo eran ellos dos.
- Max, ¿qué te pasó? - dijo ella tocándole el rostro.
- Ah, eso - dijo señalando el golpe - el ex novio de Fer, se pasó de la raya, pero le di una lección.
- Todo un caballero, defendiendo el honor de su amada, ¿ porqué no te acompañó?.
- Es que tenía trabajar, no podía cambiarlo- dijo un poco desanimado.
Continuaron charlando, más tarde se les unió Diego, y continuaron un rato mas la velada, Max se retiró antes, no estaba de muy buen ánimo.
Llegó a su casa, se duchó, y se metió en su cama vacía, extrañaba a su esposa, pero ya había aceptado que el hecho que era una mujer independiente, y con un trabajo demandante.
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Fernanda se disponía a salir de su jornada de trabajo, cuando Lucy la interceptó.
- Te está buscando la jefa, supongo que es...
-... por el incidente de ayer- completó ella - ¡lo sabía! , se lo dije a Max, supongo que debo terminar con este asunto de una vez - suspiró resignada.
Entró a la oficina de la jefa del servicio, recibió una reprimenda, y ahora estaría a prueba, no podía crear otro incidente o sería despedida.
-¡Maldición Max! - dijo para sí misma.
Se encontró con otra compañera, a la salida.
- Fer,¿ este es tu esposo? - dijo mostrándole el periódico matutino.
Se veia una fotografía de él con una mujer rubia, acariciando su rostro, se leía:
ISABELA CASTILLO SALE CON SU ABOGADO.
- Creo que debe estar equivocado, él solo la representó, además ya sabes como son los periodistas, todo lo exageran- dijo tratando de restarle importancia.
- Solo se cuidadosa - contestó su amiga, dejándole el diario en las manos.
Llegó a casa, encontró a Max recién duchado, con una taza de café en la mano.
-¡ ¿Me puedes explicar esto?¡ - dijo lanzándole el diario a la mesa - ¿ esa era tu cena importante?
Tomó el periódico, y leyó la nota, en ella decía que recientemente se habia casado y ya estaba saliendo con otra mujer, actualmente divorciada, él vió la fotografía, tomada justo en el momento en que ella tocó su rostro, entonces pasó de la indiferencia a estar furioso.
- ¡Esto no fue así! - gritó - no se que pretenden, tal vez desprestigiarme - ¡y quién lo haya hecho, pagará las consecuencias!
Fernanda lo miró decepcionada, se dirigió a su recámara sin decir ni una palabra, tomó su maleta y empezó a guardar ropa, de forma apresurada.
- ¿Qué estás haciendo? - dijo Max con tono aprehensivo, al alcanzarla en su habitación. Ella no contestó - ¿Acaso crees lo que dice? ¿ Crees que te engañaría de esa manera?.
Ella solo siguió empacando su ropa, tomo el teléfono y llamo a Lucy.
*- ¿Hola, puedo quedarme contigo hoy? ... perfecto, llegaré en un rato, gracias *
- ¡¡Maldición Fernanda!!, no vas a ir a ninguna parte. - dijo sosteniéndola por los brazos.
- ¡Ya me cansé de esto Max! - le contestó soltándose de sus manos - primero lo de mi trabajo y ahora esto, ¡y todo tiene que ver contigo!
- ¿Que pasó en tu trabajo? .
- Ya no importa - tomó su maleta, pero él bloqueó su camino.
- ¡ni siquiera me has dado la oportunidad de explicarme! - Fernanda lo miró fijamente, esperando - ella me preguntó por el golpe en mi cara y me tocó, ¡ sólo paso eso!
No dijo nada, suspiró profundamente, no quería demostrar debilidad.
- Después vendré por mis cosas, - ella se alejó de él.
- Sabes que no es verdad lo que dice.
- No es solo por eso, pones primero tu carrera, antes que nuestro matrimonio- dijo sin darse vuelta - necesito tiempo, tengo que irme.
Salió de la casa, sin mirar atrás.