Al día siguiente, Alicia decidió enfrentarse de nuevo a Gaspar, pero esta vez con un plan en mente. Llamó a la puerta de su habitación y entró sin esperar respuesta.
- Gaspar, tenemos que hablar. No puedo seguir viviendo en esta situación.
Gaspar estaba sentado en la cama, aún visiblemente enfadado. Miró a Alicia con impaciencia.
- ¿Qué quieres, Alice? ¿No te dije ya todo lo que tenía que decirte ayer?
Alice respiró hondo y se armó de valor para revelar su plan.
- Entiendo que sientas algo por Emily y no puedo cambiarlo. Pero creo que podemos encontrar una solución para nuestro matrimonio que nos beneficie a los dos.
Gaspar arqueó las cejas, curioso por su propuesta.
- Continúa.
Alice explicó su idea con detenimiento.
- ¿Qué te parece si mantenemos nuestra fachada de pareja, pero nos permitimos la libertad de relacionarnos con otras personas? De ese modo, tú podrías estar con Emily sin hacerme daño, y yo también podría seguir adelante con mi vida.
Gaspar consideró la propuesta por un