Roberta se acercó con pena y abrazó a Leticia:
—Leticia, dilo ya, si no dices nada, ¿cómo va a ayudarte tu hermano a resolverlo?
La miró con los ojos enrojecidos, estos dos días Leticia había estado encerrada en su cuarto, ella también se sentía muy mal.
Leticia por primera vez se sintió tan impotente, el halo de los Ferrero siempre la había rodeado.
—Un video.
La presión asfixiante no la dejaba respirar, también sabía que aunque no lo dijera ahora, si salía a la luz después podría ser peor.
—¿Qué video? —Carlos miró a Leticia con cautela.
Roberta también se quedó callada de repente, soltó las manos que abrazaban a Leticia.
Leticia apretó nerviosamente las manos:
—¡Fue Silvia! Le dio 5 millones de dólares a un hombre para que me grabara un video, ya sabes, ese tipo de video.
Sin necesidad de decir más, Carlos entendió qué tipo de video era.
¿Pero Silvia realmente había dado 5 millones de dólares para que alguien atacara así a Leticia?
La miró fijamente, esos ojos afilados como los de u