Efectivamente no había sido ella quien subió el video, pero estaba muy agradecida con la persona que lo había hecho.

Carlos miró fríamente a los ojos de Leticia, sin saber si creerle o no.

—Carlos, ¡de verdad no fui yo! Algo tan satisfactorio como esto, si supieras quién fue, ¡definitivamente iría a agradecerle!

Roberta tiró los cubiertos que tenía en la mano, haciendo un ruido sordo, y dijo molesta:

—Carlos, ¿cómo puedes sospechar así de tu hermana? Ya te dijo que no fue ella.

Carlos vio a Leticia siendo protegida por Roberta y no tuvo más remedio que rendirse:

—Me voy al trabajo.

Después de que se fue, Fátima miró desde arriba hacia la puerta hasta que se fue completamente, y entonces suspiró aliviada.

La pantalla del teléfono se iluminó, era precisamente ese artículo.

Mientras se ponía nerviosa, notó que la mirada de Leticia la estaba observando desde arriba.

Su corazón pegó un salto, ¿por qué la miraba así?

Fátima inmediatamente regresó a su cuarto, bloqueó la pantalla del teléfono