Al salir por la puerta, una sonrisa se dibujó en los labios de Leticia. Lo había escuchado todo.
Después de clases, Daniel vino a recoger a Vivian, y Silvia regresó con ellos.
Desde la fiesta de cumpleaños, la relación entre ambos se había vuelto mucho más cercana. Aunque ninguno lo había expresado directamente, era obvio que entre ellos había algo especial y solo faltaba que uno de los dos diera el primer paso para hacerlo oficial.
Especialmente con Vivian, quien adoraba entrometerse y siempre intentaba juntarlos.
—Silvia, últimamente cada vez que Daniel llama, pregunta por ti. Le pregunté por qué no te llama directamente, pero no me lo dice. ¡Creo que Daniel es tímido!
—No digas tonterías —Daniel fingió enfadarse.
—¡No son tonterías! —Vivian se inclinó desde el asiento trasero y se acercó al oído de Daniel— Daniel, ¿quieres saber un secreto de Silvia?
Silvia se sobresaltó, mirándola confundida. ¿Qué secreto podría tener ella?
—A ver, cuéntame —respondió Daniel con tono alegre.
Vivian