— Vivian ya está en el hospital, durmiendo. Me preocupaba que no comieras, así que le pedí a Martín que preparara esto —explicó Daniel.
No esperaba encontrarse con Lucía, y mucho menos toparse con Carlos.
Silvia, recordando la incómoda situación anterior, se mostró avergonzada:
— Lamento que hayas presenciado esa escena.
Cada vez que se veía envuelta en problemas con los Ferrero, él estaba allí para verlo.
— Pensaba que los Ferrero eran una familia respetable, pero veo que no están a la altura de su reputación —Daniel rara vez prestaba atención a estos asuntos; cuando veía noticias de chismes, simplemente las ignoraba.
Había visto muchos escándalos entre familias adineradas, pero nunca imaginó que un día estaría involucrado en uno.
Lucía, mordisqueando un muslo de pato, comentó:
— ¡Aún no has visto lo peor! ¡Ahora veo todo con claridad!
— Mejor sigue comiendo —Silvia rápidamente la interrumpió.
Daniel sonrió sin profundizar en el tema.
Los dos se sentaron en el sofá mientras Lucía, ter