¿Faltaba uno?
Silvia miró con gravedad la caja fuerte. Anoche cuando se fue, estaba bien cerrada, y la única llave la tenía ella.
— ¿Qué hacemos ahora, profesora? —el estudiante estaba a punto de llorar.
Después del discurso del director seguiría el turno de los jueces. Silvia tomó una decisión rápida:
— Hagamos esto: no usaremos ninguno de estos exámenes.
— ¡¿No los usaremos?! Pero todos los exámenes ya fueron entregados a los jueces. ¿Y de dónde vamos a sacar un nuevo conjunto de preguntas?
Silvia sacó una memoria USB.
— En esta USB hay un conjunto completamente nuevo de preguntas. Originalmente lo había descartado porque el nivel de dificultad era algo elevado, pero ahora quiero que tú y dos personas de confianza vayan a imprimir quinientas copias y las traigan inmediatamente.
Todos los participantes ya estaban presentes y habían entregado sus teléfonos, así que podrían distribuir los nuevos exámenes directamente sin riesgo de filtración.
— ¡Entendido!
Los estudiantes del departamen