Mi corazón te pertenece.
Años después.
Otniel se encontraba en la pequeña oficina de la editorial, con el corazón latiendo a mil por hora, a su lado estaba su madre, como siempre apoyando cada meta. Había esperado este momento durante años, y finalmente estaba a punto de ver su sueño hecho realidad. El manuscrito de su libro, que narraba la historia de su vida y su amor por Noemí, estaba a punto de convertirse en una obra física.
La editora, una mujer de mediana edad con lentes y una sonrisa cálida, le entregó el contrato para la publicación. Otniel lo firmó con manos temblorosas, sintiendo una mezcla de emoción y nerviosismo. Después de los trámites necesarios, la editora le aseguró que el libro estaría listo en unas semanas.
—¡Qué emoción! —exclamó Evelin—. ¡Tengo un hijo escritor!
—Gracias mamá —Otniel la abrazo.
Pasaron los días y, finalmente, llegó el gran momento. Otniel recibió una llamada de la editorial informándole que los primeros ejemplares de su libro estaban listos para ser recogidos.
Si