La gente fuera del palacio se quedó inmóvil cuando vieron a otros 4 Muguang aparecer en escena.

"¡Hay más! ¿Los habrá mandando el emperador?" se escuchó entre la multitud.

Ming Hui frunció el ceño. No, esos Muguang estaban aquí para ayudarlos. Y eso significaba que Xiaolang había tenido éxito en su misión.

El ambiente se calmó cuando todos vieron como los Muguang atacaban a los aliados de Ming Jie. Un profundo olor a sangre llenó el lugar mientras que el cielo se tiñó de gris.

La fuerza de estos 4 Muguang no era tan elevada como la de Xiaolang, aún así, conseguían acabar con varios soldados a la vez, el número de estos comenzando a disminuir de forma severa.

Con una profunda inhalación, Zhou Qiao tiró su espada rota y se abalanzó sobre un soldado que le sacaba bastante altura. Este sonrió de medio lado.

"¿Crees que podrás conmigo? Solo eres un estúpido niño"

Esas palabras enfurecieron a Zhou Qiao, quien comenzó a golpearlo al no estar armado. Por supuesto, el hombre lo esquivó un