"¡Ahí están!"

Tanto Chengen como Zhou Qiao y Zhou Qiu se encontraban en la entrada de la secta esperando el regreso del grupo. 

El amplio carruaje se estacionó, y de el,  tres personas bajaron. 

Chengen recorrió sus ojos de un lado a otro, antes de preguntar: "¿Donde se encuentra Xu-zhangmen?" 

Ming Hui suspiró y dijo: "Acompáñenme hasta la sala médica de Yunduan Yao. Bing Ming será tratada ahí hasta que se recupere"

Si Ming Hui no quiso contestar a su pregunta, es que había sucedido algo que no debía ser dicho. Por lo tanto,  permanecieron en silencio. 

Bing Ming acarició su cuello, ansiosa por hablar. Sin embargo, en su estado actual era imposible. 

Chengen, Zhou Qiao y Zhou Qiu se la llevaron, mientras que Ming Hui y Bing Wen se quedaron atrás. 

De espaldas a él, Ming Hui juntó sus manos, y habló con una solemne sinceridad.

"Bing Wen, nada de lo que ha pasado es tu culpa. Hay ev