VERA
Mi primer impulso es levantarme como una desquiciada, pero me freno dos segundos, todo esto es mi culpa y solo ruego que Molly no haya dicho nada extraño, todavía tengo mucho que pensar antes de hacer cualquier cosa, como decirle a Morris algo.
Trato de calmarme, porque mi nerviosismo podría delatarme, aunque no, es lógico que este así, un hombre que no conozco, se queda en mi casa y luego está con mi hija, lo mejor es salir gritando como una loca para que Morris se vaya.
Camino a la puerta y me vuelvo dudosa, Molly podría reprocharme, se supone que según le dije no le decíamos aún a su papá.
¿Por qué es tan complicado? Respiro profundo y camino a la cocina segura de que sacaré a Morris el cual no debería estar con Molly. Me asomo a la puerta decidida pero no puedo decir ni hacer nada cuando los veo juntos.
Molly aplaude emocionada mientras Morris toma un poco de chocolate espolvoreando sobre el tazón de cereales con leche, la sonrisa de Molly, es la sonrisa más hermosa y grande