Capítulo 40 : Una familia y debo admitir que me gusta.
Lizbeth
—Vamos mamá, solo serán unas horas — pido tratando de distraer a mi madre de este mal momento — es solo una cena — señalo a la puerta — los niños están aquí también.
—No sé hija, si tu padre… — sus ojos se llenan de lágrimas — si tu padre…
Chasqueo la lengua, abrazo a mi madre comprendiendo que está atravesando uno de los momentos más difíciles desde que papá está enfermo y sé que no tenemos mucho por hacer más que esperar y cuidar de él mientras esperamos.
Realmente me habría derrumbado si Jeremías no hubiese aparecido y me hubiese traído a los niños, quizás si me quedo más tiempo con mi madre en esta habitación esperando una buena o mala noticia, mi estrés me habría hecho colapsar. No quiero ver a mi madre sufrir, no quiero sentirme impotente sin poder realmente salvar a mi padre, por eso siempre ha sido tan cansado…
Si realmente lo pienso nunca pude apoyarme en mi ex novio, a pesar de que solía preguntar por la salud de mi padre y me decía que estaba en las mejores mano