Una atmósfera lúgubre llenó el frente de la unidad de cuidados intensivos de un hospital coreano.
Los guardaespaldas montaban guardia cerca para evitar la entrada de los periodistas, y Avery y Damián estaban en el pasillo frente a la sala de espera.
James, inconsciente de la situación actual, estaba mirando televisión en la sala de espera con su guardaespaldas.
Hace una hora, Damián recibió una llamada de Rubén informándole que Amanda se había desmayado en casa.
Al enterarse de que lo iban a transportar al hospital, Avery y Damián se dirigieron directamente al hospital.
Cuando llegaron, Amanda estaba en la unidad de cuidados intensivos, inconsciente.
El médico dijo que Amanda no se encontraba en buenas condiciones desde que visitó su casa hace unos días, pero ella le había pedido que no se lo dijera a nadie.
Rubén, con expresión miserable, se acercó a Damián y le dijo.
—La razón por la que la presidente mantuvo en secreto su condición física fue para evitar la exposición a los me