James estaba sentado en el asiento trasero del auto, mirando el pastel que Avery sostenía. Era un pastel de chocolate que hizo Selena.
—Mamá, ¿de quién es el cumpleaños hoy?
—¿No es el cumpleaños de nadie?
—Entonces, ¿por qué la tía Selena hizo un pastel?
—Hizo esto para nuestro James porque le encanta el pastel. Dijo que lo hizo con cariño para que lo disfrutara.
James dijo con una cara emocionada ante las palabras de Avery.
—¡Entonces vamos a mi casa a hacer una fiesta! ¿Puedo soplar las velas?
—Sí. James, haz lo que quieras.
—Quiero irme rápido a casa y festejar, papá. ¡Ojalá el coche fuera más rápido!
Damián, que estaba en el asiento del conductor, respondió inmediatamente a las palabras del niño.
—Es peligroso correr rápido, así que no deberías hacerlo.
—Pero ahora, papá, tu coche parece una tortuga
James sacó los labios e hizo una expresión molesta.
Parecía que James había comenzado a notar que su padre conducía demasiado lento. Avery, que sabe por qué el auto se mueve como una