Cuando James llego a la cafetería Charlotte noto que se miraba algo apagado, pero buscaba fingir que estaba bien para convivir con Arturo.
- James mira – le saludó Arturo mostrándole el barco que hizo según el manual – ¿me ayudas a terminar?
- Claro, que te falta – habló sonriéndole al pequeño, por lo que fue a sentarse a su lado mientras escuchaba las indicaciones que le daba para que juntos hicieran el mástil y las velas.
- A ver mis constructores, aquí tienen – dijo Charlotte colocándoles un plato con algunas galletas y jugo para que comieran mientras jugaban.
- Gracias – dijeron ambos castaños.
- Am… ¿quieres que te ayude con la limpieza? – le preguntó James.
- Estoy bien, además tú estás ayudando a crear ese barco – le indicó la pelinegra para girarse y empezar a lavar los utensilios que utilizo en el día.
James sonrió al ver esa acción, por lo que regreso a poner toda su atención para jugar con Arturo donde entre cada pieza apilada él se olvidaba de las preocupaciones y se dedic