ATENEA

Llevo dos malditas semanas sin un orgasmo decente, pedazos de ineptos, tres tipos distintos y ninguno puede darme algo de buen sexo, es frustrante, Erik y su "No estoy disponible" me está hartando, sabía que era mala idea hacer esto con él, desde esa primera vez no lo hicimos más, creo que es un sentimental, no lo sé.

El problema no es, no tener sexo, el problema es que después de tener un buen sexo, te volves un poco codicioso y lo querés siempre, más aún si tenes a un buen prospecto tan cerca todo el tiempo.

No sé, pero estoy yendo a la casa de Susan sin avisar, así Erik no huye, va a conocerme, a mi nadie me dice que no sin una buena justificación. Me vine preparada para la ocasión, soy una mujer terrible, si que si, pero todo es por un buen objetivo.

- Hola! -digo entrando como si nada a la casa, Erik está cocinando.

- Atenea, que sorpresa! - dice sorprendido.

- Sus? dónde está? - pregunto.

- Está en la empresa, no te dijo? - Me encojo de hombros.

- No le pregunte, per