Capítulo 120.
Lizzie.
No me pude defender de tantos perros al mismo tiempo y pronto caí al suelo.
Seguí luchando aun con toda la desventaja hasta que el dolor y los desgarros en mi piel me impidieron continuar.
Fue bastante extraño. En un momento estaba en un mundo de agonía y de pronto dejé de sentir.
Era como si un viento gentil me hubiera ahorrado los momentos difíciles de mi agonizante final. La oscuridad me absorbió y yo le di la bienvenida con los brazos abiertos.
Volví a abrir lois ojos ante una tierna caricia en mi frente.
El cielo azul y de tono suave me dió la bienvenida. Confundida, me levanté sobre mis codos y miré hacia mi cuerpo.
No habían rastros de las múltiples heridas que había sufrido.
-No las encontrarás. Al menos, no en mi reino.
Levanté la vista buscando la fuente de esa voz sin éxito.
-Disculpe, no sé en dónde estoy o quién es usted. ¿Es de muy mala educación de mi parte preguntar sobre el reino del que habla?
Una risa musical invadió mis oidos.
-Te responderé solo porque has