— Hoy solo entrenaremos un poco — le dijo Tania esa mañana, estarían en masajes y algo de terapia.
— ¿Viajamos a Miami únicamente a esto? — le preguntó con ironía, no entendía la necesidad de salir de casa si iban a hacer lo mismo.
— No es lo mismo ejercitarse en casa, que venir a un lugar diferente, hoy quiero que expanda tu mente, que veas otras realidades — le dijo esta, esa tarde conocerían a alguien más, ella lo conocía desde que estaba estudiando.
— No sabía que era necesario, pero sí lo dices, confiaré en tu palabra — le dijo este y ella le sonrió.
— Esto te ayudará — le dijo y se marcharon, hacia allá, su asistente había estado algo enferma, parecía ser que le había hecho daño algo de la comida.
— Vuelve a casa, yo me quedaré con él — le dijo y esta agradeció, tomó sus carpetas y despidiéndose de estos se marchó.
Tania tomó unas galletas y se las entregó a Hans, este la miró con cara de sospecha.
— ¿Una galleta con que fin? — le preguntó al ver que esta se la daba con una sonr