- ¿Cómo salió todo? – Mauricio se cruzó de brazos bajo el umbral de la puerta del dormitorio de Dante.
- Excelente – Dante se secaba el cabello mojado con una toalla.
Luego de que Carlos se llevara a Lara, encendió la cafetera y tomó una ducha.
- Dante, ¿A dónde quieres llegar con todo esto?
- ¿De qué estás hablando?
- Nunca haces una cosa sin pensar en las ventajas, si te expusiste ante Lara de esa manera ¿Qué ganabas?
- Mauricio, no comiences con tus charlas.
- No puedes pretender distraerla para ganar tiempo.
- ¿Por qué haría algo así?
- Supe que la embajada no aprobó tus vacaciones.
- Detalles – se encogió de hombros.
- Que no se cuidaran una vez es algo entendible, pero cometer el mismo error dos veces… Dante ¿Qué quieres lograr?
- Aceptaste ayudarme con Lara.
- A convencerla de que tu impotencia era real porque lo era, pero embarazarla…
- Somos dos adultos – llenó su taza de café.
- ¡Que son igual de irresponsables que dos niños de primaria! – Mauricio estalló - ¡Ni siquiera