Sam entró junto a ellos a la casa. Los invitó a tomar asiento y les ofreció una bebida caliente ya que hacía aun un poco de frío. Luego se sentó en el sofá individual y Daniel sonrió.
—Le dije a mi padre.
—¿Qué sucedió?
—No le molestó. De hecho, parecía contento que al final si estemos comprometidos. — Sam se sintió aliviada. — Mi padre te adora Sam.
—No digas eso.
—Hablo en serio. — La joven tomó de su bebida. —¿Qué dijo Drew? — Recordó el comentario del hombre y decidió guardarse el comentario.
—Bueno, que apoyaba mi decisión y como el futuro esposo debes pedir su bendición.
—Me lo imaginé.
—Así que esta semana asistiremos a una cena, tus padres están invitados, así que es la oportunidad perfecta para que ambos pidamos la bendición de tus padres y de Drew como se debe. — Daniel asintió. Ambos habían acordado hacer las cosas de forma correcta esta vez. De dejar que la relación fluyera sin tanta presión y de conocerse mejor. Incluso habían tenido un par de citas durante esta semana y