—Tenemos que agendar la cita en el hospital —comentó él con total naturalidad—. No tienes que estresarte pensando en ello, será después del evento de clausura del proyecto Ainsworth en Brighton.
Rosalind asintió levemente, mientras sus manos seguían sobre el abdomen de su marido, por encima del chaleco oscuro.
El silencio reinó en la habitación del CEO Ainsworth. Pero… no era un silencio tenso, ni incómodo. Ya no.
"Este hombre… es tan meticuloso, en todos los aspectos de su vida: los proyectos, su familia… sus hijos futuros. Alguien que lo planifica todo, que analiza pros y contras. ¿Cómo pudo ser tan impulsivo como para, de la nada, llamarme una noche y ofrecerme un escape de Alphonse?"
El pensamiento cruzó la mente de Rosalind de forma fugaz, hasta que…
¡UNA IDEA LOCA INVADIÓ SU CABEZA DE GOLPE!
¿Y si no había sido simple espontaneidad? ¿Desde hace cuánto Donovan la tenía en la mira? Ahora lo entendía. Su marido no era de los que avanzaban sin tener el juego a su favor. C