Capítulo 158: Secretos que duelen.
✧✧✧ Mientras tanto, en la mansión del CEO Ainsworth. ✧✧✧
Las luces cálidas del comedor iluminaban el espacio con un brillo dorado.
El aroma tenue de la cena aún flotaba en el aire, mezclándose con ese silencio elegante que siempre quedaba después de las comidas familiares.
Anthony se levantó despacio de su silla, sosteniendo la servilleta en la mano. La enfermera se inclinó para recoger sus cosas y le tocó el hombro al niño con un gesto suave.
—Vamos, cariño —susurró, sonriendo.
Anthony miró primero a Donovan, luego a Rosalind.
—Buenas noches —dijo el niño, con una voz baja pero educada, esa voz que siempre usaba en la mesa porque Donovan estaba ahí, y aún sentía pena de estar cerca de ese hombre que se veía tan maduro, formal, elegante.
Rosalind le devolvió la sonrisa y movió ligeramente la mano para despedirse.
El niño caminó hacia la salida. Sus pasos resonaban con un ritmo tranquilo:
Tap~ Tap~ Tap~
La puerta del pasillo se cerró detrás de él.
Click~
El