✧✧✧ Minutos después. ✧✧✧
El pasillo de seguridad estaba silencioso, con las luces blancas que permanecían encendidas, reflejándose sobre las pantallas que mostraban distintos ángulos del perímetro de la mansión.
Rosalind estaba de pie frente a uno de los monitores, sus manos juntas a la altura del abdomen, intentando respirar de manera controlada.
El guardia de seguridad, un hombre de expresión firme y postura recta, señaló la pantalla de la esquina superior derecha.
—Aquí, señora Ainsworth —dijo el hombre—. Este es el portón de ingreso.
Rosalind inclinó ligeramente la cabeza.
La imagen mostraba el camino largo que conducía al sendero arbolado de la propiedad. A un lado, un vehículo grisáceo estaba estacionado. Alto, elegante, sin placas visibles en la parte frontal. Junto a él, un hombre permanecía de pie con las manos en los bolsillos de su abrigo oscuro.
La postura de ese hombre era relajada. Demasiado relajada, con su cabello rubio que estaba peinado hacia atrás y sus ojos