Capítulo 109: Nunca me perdonaré.
Donovan caminó hacia su madre. Sacó su móvil del bolsillo del pantalón y lo sostuvo unos segundos antes de tendérselo.
—Míralo —dijo, con voz grave y controlada.
Jacqueline lo tomó, desconcertada. Deslizó el dedo por la pantalla… y sus ojos se agrandaron poco a poco. El brillo del móvil se reflejaba en sus pupilas, haciendo visible la sorpresa que intentaba disimular.
—¿De dónde sacaste esto…? —preguntó con voz tensa.
Donovan exhaló y pasó la mano por su cabello, despeinando los mechones oscuros.
—No importa. Lo que importa es que sé exactamente lo que hiciste. Sé lo que ordenaste a través de María.
María, en la esquina, bajó la cabeza, avergonzada al escuchar su nombre con tal tono helado.
Donovan la miró brevemente, sin decir nada, y luego volvió su mirada a su madre.
—No sueles cometer errores —continuó él, con tono gélido—. Eres una mujer que siempre mantiene su dignidad intacta, y la de la familia también. Tal vez eso fue lo que más amó mi padre en ti.
Doña Jacqueline