Capítulo 79

La Luz entra por la ventana de la habitación de Max, la oscuridad es el complice de la pasión que en aquel lugar se vive

—Asi preciosa, Es... Estrecha

Max está sentado en la cama, observa mordiendo su labio inferior como Zaira está jugando con su boca.

Su dureza responde a los labios carnosos, Zaira mete en su boca la masculinidad de Max, succiona un poco la punta lo que le hace perder la cabeza al lobo.

Ella le pertenece y la ha tomado de todas las formas que el deseo puede expresar.

Zaira mete aquella erección hasta lo más profundo de su garganta, sintiendo un poco de arcadas, pero le gusta los gruñidos deseosos de Max.

El la separa, sabe que la noche aún es larga, que la necesita dura para tenerla en ella.

Pero en esta oportunidad, su loba es quien tiene el control, Zaira lo monta salvaje, sacando ese lado lobil que tanto desea.

—¿Te gusta así?

Pregunta ella con la lengua afuera sintiendo el enorme placer que está dentro de ella.

—¡Me encanta!

La cama rechina por los mo