―¿Estás seguro de que no te hago daño?
―Ya te dije que no, cielo.
―Es que… ―se irguió y le dio una mirada reprobatoria ―¿Por qué te saliste del hospital? Apenas paso una semana del accidente, temo que…
Él la jalo de nuevo a la cama y la abrazo.
―Me siento bien, y no quería estar un segundo más e