Toco la puerta suavemente y la abrió cuando escucho el ‘entra’ de su marido.
―¿Querías verme?
―Sí, toma asiento, por favor.
Aurora se sentó frente y lo miro en silencio. Jonathan rodeó el escritorio y se agachó delante de ella, para después agarra sus manos.
―Quiero disculparme por lo de anoche.