Margarte acaricio las manos de su hija en un gesto tranquilizador.
—¿Tienen sexo?
La pregunta hizo que Ashley se volviera nerviosa.
—Mama…
—Ashley Rose, soy tu madre.
Tomo una gran cantidad de aire y respondió.
—Sí. Hemos… hemos hecho el amor.
La madre siguió asintiendo sin decir una palabra.