CAPÍTULO 42
Cuando llego al hospital, camino hacia la puerta de la habitación y escucho una voz femenina gritando desde adentro.
―¿No entiendes el lenguaje humano? ¡Te dije que trajeras café descafeinado, no está basura que acabas de traer! ¡Inútil! ¡Eso me pasa por tener a mi lado a una pobretona