—Regresando al momento en que Alberto, los dejó en el aeropuerto. —¡Gracias Alberto! Por cuidar de mi hija en todo este tiempo, cuando necesites algo de los Zimmer solo dímelo, estamos en deuda contigo, cuidate muchacho.
—No me deben nada Don Fabián, pero gracias lo tendré en cuenta nos vemos, Elisa, digo Paola, toma estás pastillas son para que te duermas y no te asustes en el avión okay. — Alberto, estaba un poco preocupado de que Paola, se asustara y él no pudiera estar con ella, como siempre.
—¿Desde cuándo té asustan los aviones Pao? ¡Mmm! Gracias Alberto, por pensar en el bienestar de mi mujer, también puedes contar con los Turner, para lo que necesites. —Luis, se le quedó viendo con cara de pocos amigos ha Alberto, no le gustaba saber que conocía más que el por ahora a Paola. —Adiós. —Era notorio que