EXTRA. Un año de amor y de sorpresas
Un añito, la princesa de la casa estaba cumpliendo un añito ese día, y por supuesto que la celebración no podía hacerse esperar.
Leo y Angélica estaban más que emocionados y habían preparado una hermosa fiesta en medio del jardín. Todos sus amigos estaban invitados y Gianni era el centro de atención porque a aquella hora tocaba a Mozart en versión infantil ¡porque primero muerto de enseñarle a su hermana "Los pollitos dicen pío pío pío" antes que a uno de los grandes!
Todos los niños estaban empezando a llegar y, junto con sus padres, iban divirtiéndose en los juegos que había en el jardín. Leo dejó atrás la algarabía y se fue a buscar a su flamante esposa por toda la casa. Entró sigilosamente a la cocina, donde ella estaba, y la sorprendió levantándola por la cintura para darle un coqueto beso en el cuello.
—¡Uy uy uy, alguien quiere sexo desenfrenado esta noche! —sonrió Angélica, y Leo puso una cara de sorprendido que nadie se tragaba.
—¿Puedes decir eso solo por un besito?
—Pues cl