Rose estaba perpleja. “¿Fotos íntimas? ¿Búsqueda candentes?”.
“Lo que el Viejo Gran Amo Ares quiere decir es que eres de origen humilde y tienes un historial matrimonial complicado, por lo que originalmente ya no eres digna de mi Jay. Pero si Jay elige volver a casarse contigo por el bien de los niños, cásate de manera discreta. No hay necesidad de provocar una conmoción”.
La expresión de Rose se volvió una de sorpresa.
Aunque a ella tampoco le gustaban las demostraciones de afecto de alto perfil, el desdén que la familia Ares tenía por ella era demasiado obvio.
Ella también tenía su dignidad y orgullo. Ella no permitiría que otros la malinterpretaran y la pisotearan.
Rose dijo: “Señora, como ha dicho, vengo de un entorno humilde y tengo poco poder. Por lo tanto, la Señora debe saber que cosas como ingresar a las búsquedas candentes, casarse con el Señor Ares, arreglos de boda, etc., no son cosas que puedo controlar”.
“¿Qué quieres decir? No lo escuché mal, ¿verdad? ¿No me digas