Bebé Zetty se sorprendió por primera vez antes de sonreír y consolar a su madre, diciendo: ‘’Anímate, Mami. De hecho, no es exactamente malo para mí dejar la Capital Imperial’’.
Angeline pensó que la débil y delicada Bebé Zetty lloraría a gritos cuando supiera que se iba. No esperaba que Bebé Zetty aceptara el plan fácilmente y eso la hizo sentirse extremadamente sorprendida.
Bebé Zetty se dio la vuelta y miró por la ventana del coche, mirando la vista que pasaba de la Capital Imperial con el corazón abatido. Murmuró las palabras en su corazón: ‘’Adiós, Capital Imperial. Adiós, Hermano Finn’’.
‘’¿No te sientes triste, Bebé Zetty?’’. Angeline preguntó.
Bebé Zetty sonaba extremadamente indiferente. ‘’Sí, me siento triste por dejarte a ti, a Papi, a mis hermanos y hermanas, pero dejar la Capital Imperial significa que no tengo que atormentarme la cabeza todos los días para preguntarles a los demás qué está haciendo el Hermano Finn o pensar en formas de echarle una mirada desde lejos…