"Mami, él solo se llevó a Jenson y Bebé Robbie a jugar y me dejó solita en casa". Zetty miró a su mamá melancólica. Era imposible ignorar la decepción en sus ojos.

"Zetty, ¿quieres salir a jugar? ¿Te llevo?". Rose se acercó y se sentó junto a Zetty.

Zetty miró la casa grande y hermosa. De repente se sintió triste y suspiró. "Mami, no me gusta estar aquí".

Rose se quedó atónita.

El malentendido entre Zetty y Jay estaba aumentando rápidamente. Si esto continuaba así sin que nadie interviniera, probablemente se volvería tan enorme y profundo como un desfiladero y nunca podría sanarse.

"Zetty, ¿quieres decirle la verdad a Papi?", preguntó Rose nerviosamente.

Últimamente había estado dándole vueltas a esta pregunta. En el pasado, tenía la intención de mantener egoístamente a los dos niños para sí misma y nunca separarse de ellos. Sin embargo, las cosas no habían salido como las había planeado. Ni siquiera logró ocultar a Bebé Robbie, y permitió que Bebé Robbie y Jay se conocieran.

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