Natalia colgó su teléfono y se recostó en el sofá.
Natalia: sabías tú qué tu jefe es un lunático... y un maldito pervertido.
Samuel que se había detenido en la puerta alcanzo a escuchar lo que había dicho de él y estaba a punto de darse la vuelta para irse cuando escucho.
Juan: señorita el joven es su marido porque habla así de él, pienso que debería conocerlo primero porque no se han conocido ninguno de los dos.
Natalia: ya lo conocí una vez hace mucho tiempo y hoy descubrí eso... sabes en ese entonces llegué a pensar que era mi príncipe, pero tristemente muy pronto me di cuenta de que él solo era un ogro...
Juan: no la entiendo, puede explicarme de que ogro habla.
Natalia: no te preocupes con que yo me entienda es mejor, oye sabes si ya llegó.
Juan:no lo sé señorita.
Natalia: espero y venga a verme.(se levantó del sofá y camino en dirección a las recámaras) sabes es raro, pero aunque no lo creas lo he extrañado.
En la voz de Natalia había nostalgia en lo que dijo. Samuel que había e