-bueno señor, le van a poner una férula a la señorita con unas semanas de reposo va a estar bien, deberá procurar qué no haga ningún tipo de esfuerzo con su pie y regresar a valoración en un mes - mirando a él señor ares
-muy bien doctora, se acatará cada orden - respondía Ares
-pero, pero yo no puedo estar tanto tiempo sin trabajo, perderé el arrendamiento - replicaba Mara mientras abría los ojos como platos y dirijia la mirada sobre Ares.
Ares la miro como si estuviera viendo a una niña pequeña y berrinchuda en el consultorio médico, pero Mara no dejaba de ver a la doctora saliendo de aquel consultorio sin decir una palabra más.
- bueno, pues en ese caso creo que podrías estar un tiempo en mi casa-
-pero que te pasa, estas loco, como podré yo vivir contigo -
-calma no vivirás exactamente con migo, en la parte trasera de la casa hay otra pequeña, como si fuera una casa de muñecas en grande - le decía Ares a Mara, mientras vei como se le encendían la mejillas de la pena al pensar que