JOSEP
Le da un beso al bebe en la frente y deseo besarlo, lo amo, lo deseo y es el hombre de mi vida, sin embargo, me alejo con lágrimas en los ojos.
—Le estas dando el gusto.
Salgo de su oficina ignorando a su secretaria, me subo al auto que se dirige a mi ofician, no me quedare en casa lamentándome de lo sucedido cuando mi vida, aunque penda de un hilo debe seguir su curso mientras pueda.
Dos camionetas mas me sigue y se que son enviadas por parte de Stavros. Llego al pasillo de mi oficina donde Carmina me espera es su puesto y al verme de inmediato se levanta a recibirme.
—Como te fue—me ayuda con la pañalera—cuéntame.
—Bien relativamente.
Dejo a mi hijo en la cuna.
—Complicado, pero no puedo revelarte nada, Mirtajil no quiere que esto se sepa aun—no queremos crear pánico en ellas, aunque viendo las cosas el camino que toma, es mejor que se alejen de nosotras, no quiero perder a una más—¿qué ha pasado?
Me pone al tanto de las novedades que me hago cargo tratando de ocupar mi mente