ANDROMACA
Me alcanza, me toma del brazo, pataleo y me remuevo furibunda y presa del miedo, no quiero vivir bajo el mismo techo de ese hombre, se sus intenciones y me aterra, me da miedo, no quiero.
—Aléjate, suéltame —grito sin asimilar el shok—no quiero Stavros—me remuevo, lucho para que me suelte bajo la lluvia—déjame ir, no soy culpable por favor, déjame ir, no me destruyas mas de lo que estoy, no más.
—Cálmate maldita sea—gruñe reduciéndome a nada cuando me lleva a su pecho llevando mis manos atrás, el agite de mi corazón se mezcla con nuestra respiración causando un enorme nudo en mi garganta que me impide hablar—¿Que te sucede Andrómaca? —su metálica mirada me observa mientras la lluvia disfraza mis lagrimas y el frio el temblor de mi cuerpo—Estas loca mujer.
Mi vista se enceguece con las gotas de lluvia y su cercanía me perturba al punto de ponerme en cunclillas para atrapar sus labios.
«Bendito Dios»
Sus labios responden a los míos en un beso agresivo que me consume bajo sus b