“La conjetura del sabio es más sólida que la certeza del ignorante”.

Los niños estaban muy contentos, Blue estaba correteando y jugando con Kazan, mientras los chicos estaban haciendo un letrero de bienvenida para su padre. Valkiria colocaba flores en la sala, se la veía muy emocionada y entonces los chicos le anunciaron:

—¡Terminamos!

—Ahora cuelguen el letrero.

—¿Podemos poner unos balunat?—preguntó Adrián.

—¿Balunat? Naeam.

(¿Globos? Sí)

El niño asintió y Noah fue a ver a su abuelo que estaba siendo puesto en una silla:

—¡Abuelo!

—Gha… Di…

—Sí, soy tu nieto, mi papá llega en breve, le encantará verte mejor.

El anciano tenía la mirada iluminada de lo contento que estaba por ver a su nieto.

—Te puedo llevar a la sala.

El enfermero le explicó:

—No se preocupe, joven Noah, lo puedo llevar yo.

El niño asintió y volvió corriendo a la casa en donde Blue se lanzaba sobre los globos inflados y los hacía estallar.

—¡Me pone nerviosa eso!—decía Valkiria.

—Blue no…—lo agarró Noah y le dio un be